Tras barajar varias posibilidades con Noelia, mi pareja, decidimos que el próximo destino sea Etiopia, un país fascinantemente rico en historia que ofrece belleza natural, diversidad cultural y una increíblemente rica historia de su glorioso pasado, así como muchos restos arqueológicos y paleontológicos que estamos deseando descubrir. Es la cuna del ser humano, posiblemente crisol de la evolución humana, y hogar de una fauna y una flora peculiares.
Este país ofrece el patrimonio cultural más grande del África subsahariana, construido durante siglos por judíos, cristianos (ortodoxos) y comunidades musulmanas, con mucho carácter. Antiguas iglesias y mezquitas excavadas en la roca que todavía están en uso, por lo que se puede catalogar como uno de los mejores destinos del mundo para los viajes religiosos. Seguro que no hay muchos lugares como éste en este planeta!
¿Dónde se pueden encontrar tantas culturas y grupos étnicos diferentes en un área relativamente pequeña y que todavía se aferran a su forma tradicional de vida?
Es el único país de toda África que nunca ha sido colonizado. Cuenta con un calendario único de 13 meses ("de sol" como lo publicitan sus habitantes).
Por desgracia sigue siendo un país ampliamente desconocido para la gran mayoría. Todavía sufre de aquellas imágenes de la terrible hambruna que golpeó a un país en guerra con su vecino Eritrea a mediados de 1980 y que todos pudimos observar por las imágenes televisadas de niños delgadísimos llenos de moscas y mayores muriendo en los caminos.
El
viaje de este año hasta Etiopía desde
Gran Canaria nos ha costado 530€, un precio razonablemente
económico tras buscar durante varios días en interné precios asequibles. Hemos
viajado con Air Europa hasta Madrid y desde allí hasta ADDIS ABEBA, la capital etíope, con Ethiopian Airlines.
Al llegar al país con esta compañía disponemos de un descuento para todos los boletos de vuelos internos que queramos comprar.